Se le concede a la Escuela de Actores de Canarias la Medalla de Oro de Canarias coincidiendo con el XXX Aniversario (1975-2005). Se establecen convenios con las dos Universidades canarias y se elaboran los proyectos educativos del Grado en Arte Dramático conforme a los acuerdos de Bolonia sobre el Espacio Europeo de Educación Superior. La nueva titulación ofrece la Especialidad de Interpretación durante un periodo de formación de cuatro años acorde al modelo de los estudios universitarios de las enseñanzas que integran el Marco Español de Educación Superior.

El 12 de diciembre de 2012, tras una deuda impagada contraída con la Escuela y con un recorte anunciado superior al 40% del presupuesto, alumnos y profesores inician un encierro indefinido en las instalaciones de Tenerife y de Gran Canaria, seguido de movilizaciones callejeras que terminan con un compromiso del Parlamento y del Gobierno de Canarias en mantener los estudios de arte dramático en las Islas dentro de un marco de regularidad económica. Las viejas luchas por la dignidad del oficio habían regresado y también el silencio administrativo y la miopía de los responsables políticos.

Se abre ahora una etapa de expectativa, de constante alerta ante los vaivenes de la administración política y educativa y de persistencia en la negociación para alcanzar la construcción de la deseada sede de Gran Canaria y para ampliar la oterta educativa con otras Especialidades, con estudios de posgrado y doctorado y con el natural relevo generacional que toda institución asentada propicia. Los viejos y los nuevos cómicos, en la calle, en los teatros y en el aula, dan fe de la constancia y de la coherencia de un oficio definido en la lucha y en la refrescante regeneración de un sueño que fue -y es- posible.